Mare Nostrum


Mare Nostrum

Sangro banderas mudas que no callan.
Por favor, haz que callen.
En el acantilado sólo fallan
los que no miran hacia el valle.

Se atisban recuerdos a través de ventanales translúcidos,
me han forjado como al anillo único:
en un lugar de corazones pútridos,
que sólo responden al estímulo lúdico.

Mi Mare Nostrum es más mío que nostrum, queridos.

De nada por protegeros.
Y es que aquí es mejor no compartir el filo,
que Narsil no perdona a los cuervos.


Háganse escuchar si precisan susurrar,
el ciego no oye lo que no quiere ver.
Al Leviatán se le escucha murmurar
sólo cuando todos saben lo que va a hacer.


Comentarios

Entradas populares de este blog

El niño

Frío abrasador

Veneno