El vuelo


El vuelo

De caja torácica, un criptex.
Se derramó el vinagre por ti.
Que cada vez que quieras callar, grites,
y les vueles el peluquín.

Cállate el horizonte,
que sorprenda a los impasibles.
El silencio del monte
no alerta a los buitres.

El debate interno educado
entre alevosía desmedida y violencia radical
no soluciona un segundo plano
que transforma mundo interior en real.


Soy obsolescencia programada, por lo prescindible

y porque te sale a cuenta uno nuevo...
Cuando me acabe, lo único legible
sera la huella de un cuervo.

Sólo hace falta muy poco de lo que no abunda,
muy poco de lo que ansía el diablo,
muy poco de lo que hace que se hunda
un horizonte de sucesos preso en un establo.

Ojalá bastara con el exceso,

cabrían toneladas en mis bolsillos.
Caerían por su propio peso
como el vuelo de los mirlos.

No lo pedí, no lo quiero, me lo quito. 

Escalofriante y certera lógica.
Lo que vi, lo que vieron y lo que grito
explica mi amarga tónica.

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