Generosidad egoísta


Generosidad egoísta

Regalas unas inestabilidades desesperantes,
eres candado y llave.
No eres refugio en tempestades
porque en invierno el afecto no cabe.

Otorgas dones que se tornan en desgracias,
escribo esto mientras escucho llantos.
Los disfrazados ya no ocultan sus falacias
igual que el ruiseñor no disimula sus cantos.

Brindas consuelos de plomo
y hay que saber por donde cogerlos.
Tu miedo me dio un cuchillo romo
porque sabías que yo quería hacerlo.

Ofreces licra para el desnudo interno

porque te horroriza lo más humano,
aunque el tejido no sirve en un averno
en el que lo que no sea alivio es en vano.

Das sin esperar nada a cambio
porque sabes que el carbón no vale,
porque el agua en este intercambio
sólo seca mis humedades.


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