¿A qué precio?

¿A qué precio? 

Suenan campanas de gloria,
yo las desprecio.
Han logrado la victoria,
pero, ¿a qué precio?

Contarán grandes historias
de luchas y ejércitos recios.
Pero más valiosas son las minas de Moria
y el sonido de los silencios.

Han conquistado tierra de momias
y lo han celebrado como necios.
Aquellos que se vanaglorian
caerán como corazones sin aprecio.

Derramar sangre era tarea obligatoria,
mas no tanto el menosprecio.
Giraron varios grados la noria,
pero no aguantaron el asedio.

Ahora sienten euforia
y el resto, vértigo en el trapecio.
No considero su hazaña meritoria.
Por mi parte, sufren un deprecio.

Creen poseer fuerza gravitatoria,
humildad del tamaño del paramecio.
Su capacidad es más que notoria,
del dolor que provocan no la diferencio.

Presumen de su trayectoria,
yo los sentencio.
Han logrado la victoria,
sí, pero, ¿a qué precio?

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