Ya no

Ya no

Enterraste mi Pompeya
y destrozaste mi Troya.
Ahora lees mi epopeya
y es una joya.

Masacraste mi Esparta
y arrasaste mi Damasco.
Ahora me das palmaditas en la espalda
y no lo consideras un fracaso.

Bombardeaste mi Roma
y atacaste mi Atenas.
Ahora no me discutes ni una coma
y quieres acompañarme en las penas.

Tomaste mi Ítaca
y saltaste mi Gran Muralla China.
Ahora que mi alma es rígida
me das la razón mientras te escondes en la mina.

Invadiste mi Flandes
y mancillaste mi Prusia.
Ahora te lo piensas antes
de dejar mi puerta sucia.

Incendiaste mi Alejandría
e inundaste mi Atlantis.
Ahora celebras mi alegría
y te crees hábil.

Pero...
Mi Pompeya resurgió,
mi Troya se reveló,
mi Esparta no cayó,                                              
mi Damasco se reformó,
mi Roma no explotó
mi Atenas te venció,
mi Ítaca volvió,
mi Gran Muralla China creció,
mi Flandes se recuperó,
mi Prusia te escupió,
mi Alejandría te quemó
y mi Atlantis no se ahogó.

Ahora quieres mi perdón,
mi compasión,
pero no volveré a repetir el error.
Ya no, no te mereces ese honor.


Comentarios

Entradas populares de este blog

El niño

Frío abrasador

No