El baúl de la escasez


El baúl de la escasez

No cabe la duda en el baúl de la certeza,
¿por qué si no Neruda hablaría de la belleza,
de esa cruel y cruda que te baja la cabeza,
de esa cortina oscura que acaba donde empieza?

No caben los sueños en el baúl de la realidad.
Si no, a los risueños les daría por la maldad,
y los diseños que se harían de la ciudad
nos harían dueños inmisericordes de la piedad.

No cabe luz en el baúl de la uniforme sombra,
ni cruz en el apellido del que, no en vano, nombra,
ni avestruz que manche la impoluta alfombra
con estampados de un trasluz que sólo escombra.

No cabe amor en el baúl del egoísmo
porque el calor ya no lo trae el hedonismo.
Lo dice el dolor del que siente lo mismo
que ese pobre menor que padece autismo.

No cabe disfraz en el baúl de los personajes
por no tener la paz de dibujarlos en mis viajes,
por no verme capaz de creer en alunizajes
en la estrella fugaz donde imagino aterrizajes.

No cabe apenas nada en el baúl de la escasez
porque la espada abarca demasiado para la nuez,
porque está marcada por el martillo del juez,
porque la grada sin aliento carece de validez.






Comentarios

Entradas populares de este blog

El niño

Frío abrasador

Veneno